La semana pasada me despedí de los niños y las niñas de un colegio después de 2 meses de clase.
Me despidieron con un abrazo energético (todos a la vez) y cantando una canción que les había enseñado. Hoy leo sus cartas y sonrío mirando sus dibujos. Allí está mi forma de ser interpretada por ellos: sonrisas, abrazos, guitarras, bodypercussion... "tonterías" de Berni (el profesor payaso, escriben). Veo que, de todo lo que compartimos, se quedaron con mi alegría (o tonterías)... viendo sus caras, creo que se quedaron con mi felicidad.
Y yo me quedé con la suya. Sabéis? Aprendí mucho de ellos. Me enseñaron a cuidar mi niño. Me enseñaron la importancia en las pequeñas cosas de su mundo (cada uno el suyo)... pero sobre todo, la importancia del afecto que necesitan en el trato. Los ojos de los niños hablan lo que sienten cuando les diriges la palabra... he visto llorar (a moco tendido), sonreír, reír (a boca abierta), he visto temer, he visto miedo, vergüenza, orgullo... sólo en sus ojos. Por eso aprendí a elegir las palabras que les regalaba. Ah, y a abrazarlos, a darles afecto. Porque las pequeñas cosas de su mundo son tan importantes como las “grandes” del mundo de los adultos. Aprendí a empatizar con ellos y con ellas.
“Hay que tratarlos como adultos!”, dicen algunos. “Y una mierda!”, digo yo. Si tratar a los niños como adultos es olvidar sus preocupaciones, sus deseos, sus inquietudes… me niego a hacer de profesor-policía. “¿Por qué no nos tratamos todos como niños?”, se me ocurre. No significaría infantilizarnos, sino tratarnos con amor. Y es que creo que los adultos tenemos que aprender más de los niños de lo que pensamos. Para tratarnos, al fin y al cabo, con respeto… y con mucho afecto. También lo necesitamos!
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(puede que no se nos note en los ojos...
pero también nos rompemos por dentro,
o eso siento yo)
Bernat Mestre
(o el niño que llevo dentro)
"Seamos realistas, soñemos lo imposible"
1 comentari:
genial, jo vaig estar a punt de participar en una performance d' aquestes fa poc..però al final no vaig poder, quina llàstima!
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